jueves, 17 de noviembre de 2011

Lo importante es que ames tu trabajo


creo que fue en el 70 en esto no estoy muy seguro,pero si se que sus palabras quedaron grabadas a fuego en mi memoria por siempre
La Universidad de B ahia Blanca organizaba un congreso de quimica en nuestro hotel y uno de los disertantes era Federico Leloir
Dos semanas antes del evento  le conceden el PREMIO NOBEL .Sorpresa ,estupor y ademas el gran prestigio que ya tenia el congreso se dimensiona de manera notable.
Una semana antes del evento aparece en una revista de actualidad de la Argentina.( Gente) un reportaje al premio Nobel donde se lo muestra en su laboratorio de extrema humildad trabajando y a la vez contestando al reportero con respuestas claras y de una manera muy sencilla demostrando una personalidad por demas atrapante y muy humana.
El dia inaugural estaba el hotel colmado de reporteros ansiosos por hacerle una nota a tan importante miembro del congreso.Todos, querian su reportaje
y no lo dejaban un instante solo.
Esa noche estaba yo afuera del hotel cerca de la pileta ,cuando se me acerca una persona muy despaciosamente y para mi gran sorpresa era Leloir, que buscaba un momento de paz.
Me pregunto si era del lugar y otras preguntas relacionadas al pueblo, habitantes ,turismo yo trataba de contestarle con suficiencia y mucho aplomo y para aparecer muy actualizado le dije que había leido la nota en la revista Gente y que no entendía muy bien porque el trabajaba en esas condiciones si era tan buen químico si no podía trabajar en un laboratorio mas moderno y el me contesto mas o menos así no importa el entorno o el lugar, si el trabajo lo haces con amor o con pasión,
.y los resultados llegan tarde o temprano Lo importante es hacer lo que te gusta con ganas y mientras me decía estas sabias palabras me acariciaba suavemente mi cabeza con sonrisa y una mirada qué jamás olvidare. Un párrafo aparte se merece su mujer ,una dama excepcional luego de esta visita a Sierra ella volvió varias veces al hotel porque se hizo muy amiga de la mujer del concesionario del hotel y con ella mantenía unas largas y muy amenas charlas en la confitería con un hermoso paisaje serrano de testigo.
Consejos de un premio NOBEL a un joven de 18 años. Dios mío que maravillosa que es la vida.








E

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