Hace unos`pocos dias me invitaron a compartir una picada en casa de unos amigos
El anfitrión se desvivía por atendernos y mientras manteníamos muy amenas charlas nos ofrecía abundante cantidad de platillos de exquisitas variedades regionales.
De pronto se aparece muy ufano con un plato en alto y dirigiéndose a mi me dice que te parece
Alberto,lo prepare yo mismo, me salió bárbaro y quiero que lo pruebes y me des tu opinión que de comidas algo sabes.
Vaya sorpresa la mia.Eran perdices en escabeche,yo,con una leve sonrisa disimule muy cortésmente mi indisimulable desagrado.
Deben estar muy buenas dije ,pero ocurre que soy alérgico a ellas .Mi amigo se sorprendió muchísimo, El sabia que yo no tengo problemas con la comida ,yo como de todo,
El insistía y me decía come una no te va hacer nada ,entonces decidí contarle toda la verdad acerca las perdices.
, el recientemente nombrado Gobernador decide tener una reunión con todos los intendentes de la Provincia en el hotel.
Era la época de la dictadura, yo por ese entonces no tenia ni idea lo que ello significaba.
El hotel estaba convulsionado , era una de las mas importantes reuniones políticas, si se las podía llamar asi,300 personas,muchos ministros,muchas autoridades, y especialmente mucha, mucha seguridad.
Pero lo que mas lo convulsiono fue conocer el menú para la cena de cierre de las jornadas de trabajo,primer plato, perdices en escabeche,
El hotel intento vanamente cambiar ese plato, que no era época de caza, que se depredaba la fauna, que esos hermosos animalitos adornaban las orillas de los caminos, todo fue inútil de la Plata llego la confirmación del menú. Es un deseo del gobernador dijeron .Todos entendimos que era un capricho de autoridad o abuso de la misma y punto.
Todo el pueblo a la caza de tan infortunados animalitos, el hotel pagaba muy bien por ellos y aquí comienza mi historia con estos lindos animalitos.
Las bolsas de arpillera llena de perdices se acumulaban en la cocina, y quien sino yo debía limpiarlas y pelarlas, yo era el mas joven ,el recién ingresado,16 años por lo tanto a pagar el derecho de piso.
Yo luchando con el agua caliente, con las plumas y la carne que se desgarraba al intentar pelarlas a, en esos momentos me acordaba del ministro, de los cazadores, de los dueños del hotel, de mi mismo por pelotudo. haber elegido trabajar allí!. Es decir no deje nada sin maldecir.
Pero lo que más me quedo grabado en mi fue ese insoportable olor a plumas ,carne hechas jirones y me prometí jamás en mi vida comeré perdices y hasta ahora lo voy cumpliendo.
Al margen de todo, el tema perdices me dejo una enseñanza muy profunda ,pero lamentablemente la aprendí muy tarde . En gobiernos dictatoriales las ordenes no se discutían ,Hoy si ocurriera algo similar el pueblo no saldría a cazar perdices estoy seguro.
El anfitrión se desvivía por atendernos y mientras manteníamos muy amenas charlas nos ofrecía abundante cantidad de platillos de exquisitas variedades regionales.
De pronto se aparece muy ufano con un plato en alto y dirigiéndose a mi me dice que te parece
Alberto,lo prepare yo mismo, me salió bárbaro y quiero que lo pruebes y me des tu opinión que de comidas algo sabes.
Vaya sorpresa la mia.Eran perdices en escabeche,yo,con una leve sonrisa disimule muy cortésmente mi indisimulable desagrado.
Deben estar muy buenas dije ,pero ocurre que soy alérgico a ellas .Mi amigo se sorprendió muchísimo, El sabia que yo no tengo problemas con la comida ,yo como de todo,
El insistía y me decía come una no te va hacer nada ,entonces decidí contarle toda la verdad acerca las perdices.
, el recientemente nombrado Gobernador decide tener una reunión con todos los intendentes de la Provincia en el hotel.
Era la época de la dictadura, yo por ese entonces no tenia ni idea lo que ello significaba.
El hotel estaba convulsionado , era una de las mas importantes reuniones políticas, si se las podía llamar asi,300 personas,muchos ministros,muchas autoridades, y especialmente mucha, mucha seguridad.
Pero lo que mas lo convulsiono fue conocer el menú para la cena de cierre de las jornadas de trabajo,primer plato, perdices en escabeche,
El hotel intento vanamente cambiar ese plato, que no era época de caza, que se depredaba la fauna, que esos hermosos animalitos adornaban las orillas de los caminos, todo fue inútil de la Plata llego la confirmación del menú. Es un deseo del gobernador dijeron .Todos entendimos que era un capricho de autoridad o abuso de la misma y punto.
Todo el pueblo a la caza de tan infortunados animalitos, el hotel pagaba muy bien por ellos y aquí comienza mi historia con estos lindos animalitos.
Las bolsas de arpillera llena de perdices se acumulaban en la cocina, y quien sino yo debía limpiarlas y pelarlas, yo era el mas joven ,el recién ingresado,16 años por lo tanto a pagar el derecho de piso.
Yo luchando con el agua caliente, con las plumas y la carne que se desgarraba al intentar pelarlas a, en esos momentos me acordaba del ministro, de los cazadores, de los dueños del hotel, de mi mismo por pelotudo. haber elegido trabajar allí!. Es decir no deje nada sin maldecir.
Pero lo que más me quedo grabado en mi fue ese insoportable olor a plumas ,carne hechas jirones y me prometí jamás en mi vida comeré perdices y hasta ahora lo voy cumpliendo.
Al margen de todo, el tema perdices me dejo una enseñanza muy profunda ,pero lamentablemente la aprendí muy tarde . En gobiernos dictatoriales las ordenes no se discutían ,Hoy si ocurriera algo similar el pueblo no saldría a cazar perdices estoy seguro.
Mis amigos sorprendidos por mi relato. Es verdad, es verdad. Que época.,
Yo seguí, copa de vino, picadita, pero perdices no.Nunca mas
No hay comentarios:
Publicar un comentario